Los chapines podemos ser muchas cosas: algunos nos piensan aguambados, lelos o incluso zonzos. Otros nos ven pilas y talishtes. Lo que nadie duda es que somos chispudos. Claro, tal vez alguna vez nos creímos algún cuento o nos fuimos de hocico con alguna patoja que no merecía nuestra atención (o patojo). Pero esa 'idéz' no nos dura mucho y rápido le agarramos la onda a la situación.
Por eso, aunque estemos en medio de este problema con el lago, con el presupuesto en del congreso y con los curas estos que quieren meternos más prejuicios en la cabeza con su 'educación para el amor' en el dilema chapín sabemos que al final de cuentas no nos vamos a dejar que nos den atol con el dedo porque podemos ser muchas cosas, los chapines, pero brutos no somos.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario