¿Qué piensa el chapín sobre la homosexualidad? ¿Qué cruza por su mente cuando ve a un hueco?
El sábado estuve en una boda en la que hubo un show del imitador “más grande” de Juan Gabriel, que se limita a que el tipo dobla las canciones y acosa en plan de joda a los espectadores, quienes en este “ambiente seguro”, besos y abrazos le dan a Juanga y hasta ponen cara de, lo que para ellos es ser, hueco.
¡Pero esto es en ambiente seguro! En la cotidianidad el hombre chapín le tiene pánico a la homosexualidad de sus congéneres, la condena, la critica, se burla de ella, aunque en el fondo, y a veces ya con unos tragos de más, se pregunta si probaría o no. Recuerda aquellos juegos de “montonera” en los que sentía los genitales de sus compañeros cerca, o los juegos en los que se apretaban las tetillas, y entonces, por un segundo, se pregunta si habrá reprimido algo y por lo general, vuelve a reprimir. Incluso hay machos que le tienen terror al beso en la mejilla o al abrazo entre hombres, y estigmatizan de huecos a los que suelen saludar de esta manera.
Sin embargo el mercado del sexoservicio homosexual masculino es grande en el país y la cantidad de hombres homosexuales que se ve en los centros comerciales no es de a mentiritas, además de los que no están allí, de los que están en el interior, de los que “no se les nota” y toda la variedad que pueda existir. Aún así hay crímenes de homofobia, golpizas, burlas, chistes y la religión y, allí sí que, el machismo –si no es que son lo mismo- siguen chingando a la mara, sin que esto desaliente a muchos homosexuales, más en la capi y en los centros urbanos, a seguir siendo lo que son, personas que tienen derecho de hacer de su vida lo que se les plazca y según me parece cada día se ven más y más de los que por su gusto y gana, siguen el cliché del homosexual predominante en Guate.